La cebolla: historia, propiedades y consejos
La cebolla es parte de nuestra historia, nos ha acompañado a través del tiempo y nos ha aportado muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud.
La cebolla, científicamente llamada Allium cepa, es una planta que pertenece a la familia de las Liliáceas (llamadas también Alliáceas), que comprende también otras hortaliza como la chalota, el puerro, el ajo (que también conservamos en nuestras cámaras frigoríficas) y el espárrago.
La cebolla es un producto originario de las regiones de Asia: sus orígenes son muy antiguos.
No obstante se han econtrado hallazgos arqueológicos que declaran la existencia de esta hortaliza fresca ya durante la Edad del Bronce, en 5000 A.C, pero no está claro si el cultivo de esta planta sea realmente tan antiguo o si, en cambio, su cultivo se haya difundido sólo más tarde (aproximadamente 2000 años después): por lo tanto no es posible definir una fecha que averigüe la introducción y el consumo de la cebolla en el mundo.
La cebolla tuvo una gran difusión sobre todo en Egipto, junto con otros productos (frutas y hortalizas) cómo, por ejemplo, el puerro. Algunos estudios parecen demostrar que la cebolla, junto con el rábano, formó parte del régimen alimentario de los obreros que edificaban incluso las pirámides de los grandes faraones.
De todos modos, la cebolla tuvo mucho éxito entre los egipcios, no sólo porque se podía transportar y almacenar fácilmente, sino también porque, gracias a su forma esférica y a los anillos concéntricos en su interior que se forman después del corte, se asociaba a la vida eterna, llegando a ser también objeto de culto. Residuos de bulbos de cebolla se descubrieron también en la tumba de Ramsés II: además de representar la vida eterna, en el Egipto de la antigüedad se pensaba que el fuerte aroma emanado por la cebolla pudiera devolver el aliento a los muertos. En la antigüedad incluso se creía que, si un enfermo soñaba con comer unas pocas cebollas, éste sería una síntoma de que su mal habría empeorado de manera irremediable, mientras que si soñaba con comer muchas cebollas, habría ocurrido exactamente lo contrario.
La cebolla es una hortaliza cultivada y utilizada en grandes cantidades como alimento en la cocina: de hecho, la cebolla se consume tanto cruda como cocida, como ingrediente para la preparación de primeros platos, salsas, segundos platos, ensaladas y platos únicos. La cebolla además se utiliza con finalidad terapéutica, gracias a las muchas propiedades contenidas en esta hortaliza fresca.
A nivel mundial existen y se cultivan muchas variedades de cebollas diferentes, que se distinguen por su forma, por sus dimensiones y por el color,que indica ambos el color del bulbo interno, que puede ser blanco o violeta, y el color de las "capas exteriores" de la cebolla, que varían desde el blanco, hasta el amarillo paja o el amarillo dorado, o el rojo, pasando por las innumerables matices de violeta.
La cebolla es una hortaliza que tiene sabor y olor muy particulares: ellos caracterizan a la hortaliza fresca gracias a la abundante presencia en las cebollas de sulfóxidos: es el gusto particular de la cebolla que hace que la hortaliza fresca sea óptima también si se utiliza como condimento para exaltar los sabores de primeros o segundos platos.
Sin embargo, en la preparación de la cebolla hay la contraindicación de las lágrimas que salen de los ojos: éste fenómeno ocurre porque, después de cortar la cebolla, los sulfóxidos se combinan con un enzima (llamada alinasa). Estos dos últimos elementos, presentes en la cebolla y combinados entre ellos, producen unos ácidos sulfénicos, es decir amoníaco y ácido pirúvico; de aquí la producción de lágrimas por parte del ojo, debida a una reacción de defensa por su parte cuando se encuentra en contacto con el ácido sulfúrico que se crea dentro de la cebolla.
El ácido sulfúrico está presente de todos modos en la cebolla en cantidades muy bajas y por eso no es absolutamente nocivo para el organismo: uno de los diferentes remedios para poder cortar las cebollas evitando el lagrimeo de los ojos, es cortarlas debajo del agua corriente, para que decrezca la volatilidad del elemento urticante.
La cebolla es un producto muy rico en minerales y vitaminas, entre las cuales encontramos sobre todo la vitamina C pero también las vitaminas A, B y E; además, la cebolla contiene innumerables fermentos, muy útiles en la digestión y en el estímulo del metabolismo, y es rica en azufre, magnesio, potasio, hierro, flúor, fósforo y calcio. Estas características, como ya hemos dicho antes, hacen de la cebolla una hortaliza fresca que tiene diferentes propiedades terapéuticas beneficiosas: la cebolla, de hecho, tiene propiedades diuréticas y contiene sulfurados, que tienen dotes antibióticas; en dermatología se puede utilizar como antibacteriano y antibiótico simplemente vertiendo el zumo de la cebolla encima de la parte que hay que tratar.
La cebolla además contribuye a contener la glucemia (bajando la glucosa presente en la sangre permite, a quién lo necesite, de reducir las dosis de insulina) y los niveles de colesterol en la sangre, además de prevenir las enfermedades cardíacas y a ser útil como prevención antitumoral; la cebolla contiene también propiedades antiinflamatorias y se utiliza como principio activo en algunas cremas cicatrizantes. Finalmente, el zumo de la cebolla se puede utilizar como depurativo, por ejempio se aconseja a los que sufren de trombosis porque pone más fluida la sangre y facilita su circulación, además de estar indicado para hacer gárgaras en caso de tonsilitis.
La cebolla, en el momento de la compra, tiene que estar compacta, bastante dura y sin marcas, y sin manchas (por ejemplo manchas de moho). Hay que conservar las cebollas en un lugar posiblemente fresco y seco, pero no es indicado conservarlas en el frigorífico, porque tienen que permanecer en una temperatura ambiente, donde se mantienen también para un periodo bastante largo como tres semanas y más, hasta que no empiezan a crecer los brotes o no empiezan a cambiar de color.
La cebolla es una hortaliza que tiene un sabor bastante fuerte y muy particular: es por esa razón que es uno entre los productos más utilizados en la cocina a nivel mundial, tanto para saborizar y exaltar los otros ingredientes (como por ejemplo en la preparación de salsas o carnes) como plato principal. Muy a menudo, la cebolla se utiliza como base principal para primeros platos como por ejemplo . Aquí, en España, la cebolla se utiliza para preparar diversas recetas como: aros de cebolla, pasta, pollo, cocidos, sopas, pizza, gazpacho y en la famosa tortilla española a la que se añade cebolla para potenciar su sabor.
La cebolla es una hortaliza que se consume mucho también cruda, por ejemplo en ensaladas, unida a menudo a otros productos como frutas y hortalizas (por ejemplo el tomate) y a los legumbres: de hecho se une muy bien con las judías. Sin embargo, la cebolla se puede servir también condimentada solo con un poco de sal y aceite, en la preparación de platos típicamente veraniegos.
Una característica de la cebolla que se puede considerar ligeramente desagradable es el mal aliento provocado por esta particular hortaliza si se come cruda (éste problema ya está resuelto si la cebolla se come sólo después de la cocción), pero para remediar a este pequeño inconveniente sólo hace falta mascar uno o dos clavos después de su consumo.
Como habréis comprobado a través de nuestro artículo, la cebolla tiene muchas cosas que contarnos, ya que son muchos los siglos que esta entre nosotros.
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