El ajo: un gran remedio de la Naturaleza
Hoy en el Blog de Ferroice® os proponemos conocer un poco mejor las propiedades de Ajo (Allium Sativum L) y que no puede faltar en nuestras mesas y que nosotros conservamos en nuestras instalaciones, hasta que llega el momento óptimo de su consumo.
Se dice, se comenta qué, el ajo es: un gran remedio de la naturaleza. Y, de todos los vegetales que gozan de propiedades curativas, el ajo es el más extraordinario.
Pero vamos a conocer más datos sobre nuestro Allium Sativum L y que con ellos esperamos os sean de utilidad y conocimiento.
El ajo florece en primavera y verano y se siembra desde octubre hasta abril. Es el primero en acción depurativa, microbicida, desinfectante, tonificante, vermífuga (combate los parásitos intestinales), febrífuga, antirreumática y antigotosa. A pesar de su gran popularidad como condimento en la cocina mediterránea, no es una planta propia de nuestro país, sino oriunda de Asia Central, donde se cultiva desde remotos tiempos. En Occidente, en el Medievo ya gozaba de reputación y se usaba como remedio para la “peste”. Posteriormente en el siglo XV se descubrió que el ajo tenía propiedades bactericidas, eliminando determinadas especias patógenas de la flora intestinal, sin dañar otras inocuas. También ataca a los gusanos intestinales oxiuros, que producen el prurito anal en los niños.
A principios del siglo XX se indicaba el uso del ajo contra intoxicaciones nicotínicas (Meyer, 1935) como medida para combatir el llamado complejo sintomático del tabaquismo; y sobretodo cuando el efecto nocivo del tabaco afectaba a los vasos sanguíneos. Más recientemente se descubrieron sus capacidades hipotensoras. El descenso de la presión sanguínea se produce sin efectos secundarios.
El ajo es un antibiótico de amplio espectro contra una larga lista de microbios. La alicina, compuesto antibacteriano oloroso del ajo, se desprende cuando se corta el ajo. En la Unión Soviética se conoce el ajo como la “penicilina rusa” ya que en cierta ocasión se importaron 500 toneladas de este bulbo para combatir una epidemia de gripe. Si se destruye el aroma, cuando se cuece, el ajo deja de ser antibacteriano aunque conserva otras propiedades terapéuticas.
El ajo aumenta la inmunidad ya que estimula la capacidad de las células asesinas naturales “natural killers” encargadas de atacar a los virus.
Es un potente antioxidante. En un estudio científico se evidencio que incluso era mas potente que la vitamina E. Los compuestos azufrados del ajo detienen la transformación de determinadas sustancias en metabolismos cancerigenos. El instituto Nacional del Cáncer sitúa los compuestos de azufre del ajo en posición alta en su lista de “quimiopreventivos” naturales.
El inconveniente más importante de este nutraceutico es su olor. Para enmascarar el olor a ajos se recomienda después de comerlos mascar un poco de perejil aunque no parece una precaución del todo eficaz. En el mercado existen preparados de ajos añejados que concentran sus principios activos medicinales, sin dejar rastro de olor. Para el olor en las manos es recomendable dejarlas unos segundos bajo del chorro de agua fría, sin frotarlas.
Composición: el ajo contiene en todas sus partes, pero sobretodo en el bulbo, una substancia sulfurada inodora llamada alicina, que es lo que le confiere su olor característico cuando por acción enzimática se convierte en disulfuro de alilo. También contiene abundantes fructosanos (75%), metil alanina y enzimas alinasa.
Propiedades
- Antiinflamatorio
- Antiagregante plaquetario
- Antiséptico/antifúngico
- Infecciones por Helicobacter pylori
- Hipocolesterolemiante
- Hipotensor por efecto vasodilatador periférico
- Hipoglucemiante
- Estimula la inmunidad
- Rubefaciente (uso tópico)
- Vermífugo (combate los parásitos intestinales)
- Depurativo hepático
- Diurético
- Expectorante y descongestivo
- Antioxidante
Indicaciones
- Hipertensión arterial
- Hipercolesterolemias
- Claudicación intermitente
- Prevención de trombosis
- Híperglucemia
- Gripe
- Bronquitis
- Infecciones
- Parásitos intestinales
Contraindicaciones
- Toma de anticoagulantes orales.
- Interacciones con medicamentos convencionales: anticoagulantes orales y antidiabéticos.
Como habréis leído, el consumo moderado, pero habitual del ajo, aporta a nuestra salud muchas ventajas, que nos ayudaran a tener un organismo mas saludable y mejor preparado ante ciertas enfermedades de la vida diaria.